Antes de seguir leyendo, debes saber que no soy psicóloga. De hecho, mis estudios universitarios no tienen nada que ver con la salud mental.
Si crees que necesitas tener un título oficial para ser una buena terapeuta, nada de lo que voy a contar aquí va a interesarte.
En este caso, es mejor que busques en otro lugar lo que estás buscando.
Ahora bien, si quieres saber por qué algunas personas hacen terapia durante años y siguen sufriendo por sus traumas, voy a contarte por qué algunas de mis clientes han encontrado la calma en solo 12 sesiones.
Para ello, quiero relatarte el caso de Montse, una cliente con la que trabajé hace un tiempo.
Cuando nos conocimos, Montse me explicó que siempre se había considerado una persona normal, con una infancia feliz.
Sin embargo, cuando nacieron sus hijos, sus heridas de infancia afloraron y entró en una gran crisis personal. Se dio cuenta de que, en su niñez, hubo mucho dolor.
También me dijo que siempre había sido una mujer guerrera con una coraza fuerte, que no tenía problemas para mostrarse enfadada frente a los demás.
Pero, tras algún tiempo haciendo trabajo personal, se había dado cuenta de que, dentro de ella, habitaba una niña asustada y poco valorada que no tuvo muchas atenciones.
Ahora, tras ser diagnosticada con una enfermedad autoinmune, sentía que había llegado el momento de cuidarse, mostrar su vulnerabilidad, abrirse al amor y disfrutar de la vida.
Montse llevaba un tiempo trabajando en su trauma de infancia. Tenía toda su historia pasada y presente muy justificada. Sabía qué era lo que le había pasado, por qué le había pasado y cómo le estaba influyendo en su presente.
De hecho, había hecho bastantes ejercicios con su niña interior. No obstante, pensaba que algo se le estaba pasando por alto.
No sabía qué podía hacer yo para ayudarla, porque tenía la sensación de que todo lo que podía practicar conmigo ya lo había hecho.
Y esa sensación se incrementó tras su crítica en la primera sesión. Después de un primer ejercicio corporal, me dijo que le había sabido a poco, que ella ya se movía hasta llorar en su casa.
Su exigencia tocó en mi herida y en mi necesidad de mostrar que soy una buena profesional. Y ese acercamiento a mi herida me dio la clave para ayudar a Montse.
Montse estaba cuidándose a sí misma desde la exigencia. “Tenía que cuidarse”. No era que quisiera cuidarse, sino que cuidarse era su obligación.
Y, claro, el amor propio no puedes imponerlo. Es algo que surge.
Es como cuando te enamoras de una persona. No puedes decidir enamorarte de alguien, sino que sucede sin tu intervención.
Con Montse, era necesario derribar su coraza fuerte, rígida y mental para acercarla al dolor profundo de su herida. No se trataba de que tuviera que llorar, eso ya lo hacía.
El problema era que sus lágrimas no estaban conectadas con las emociones reprimidas de su trauma.
Porque Montse sabía con su mente que había sido una niña asustada, pero no había sentido el miedo que le producía su padre enfadado, ni cómo ella se había defendido con rabia, ni la tristeza por no haber sido atendida en su infancia.
Así que todos los ejercicios que le planteé iban en esa dirección: dejar su mente controladora a un lado, para sentir el trauma en el cuerpo.
Finalmente, tras algunas sesiones, hubo un día en el que su luchadora se rindió. Se dio cuenta de que no tenía que hacer nada, solo sentirlo.
En nuestra última cita, Montse me contó que se sentía acompañada por ella misma, que había aprendido a tratarse con cariño y que, además, tenía un montón de herramientas para escucharse.
Habíamos cumplido nuestro objetivo terapéutico: estar presente en su vulnerabilidad, abrirse al amor y disfrutar de la vida.
Te cuento esta historia porque, en ella, están las claves para que un trauma deje de ser el eterno problema por el que las personas hacen terapia y encuentren la calma:
Si quieres ser una terapeuta eficaz, te enseño mi método para superar un trauma desde el cuerpo: la Terapia Corporal Emocional.
Para ello, he creado la formación Somos Cuerpo.
Esto es lo que aprenderás:
En resumen, cuando termines tu formación tendrás conocimientos para acompañar en la superación de traumas con técnicas corporales y habrás ganado confianza en ti misma frente a tus pacientes.
Te voy a enseñar mi método Terapia Coporal Emocional, por lo que este es mi servicio más premium.
Solo hay 5 plazas disponibles. Por eso, solo voy a trabajar con las personas que reúnan las condiciones necesarias.
Si no hay plazas libres cuando me escribas, te lo diré y podrás incluirte en la lista de espera.
Si quieres ser pre-seleccionada como alumna, rellena el formulario.
Responsable: Los datos de carácter personal que me proporciones rellenando el presente formulario serán tratados por Nuria Gallego Carbonell (yo misma). Finalidad: Gestionar la solicitud que de mis servicios. Legitimación: Tu consentimiento. Destinatarios: Los datos que me facilitas estarán ubicados en los servidores de Webempresa (proveedor de hosting de Soy Cuerpo) dentro de la UE. Ver política de privacidad de Webempresa. Derechos: Podrás ejercer tus derechos de acceso, rectificación, limitación y suprimir los datos en nuria (arroba) soycuerpo.com, así como presentar una reclamación ante una autoridad de control. El hecho de que no introduzcas los datos de carácter personal que aparecen en el formulario como obligatorios podrá tener como consecuencia que no pueda atender tu solicitud. Puedes consultar la información adicional y detallada sobre Protección de Datos en mi página web: https://www.soycuerpo.com, así como consultar mi política de privacidad.
Esta formación tiene una duración de 9 meses. Empieza en enero y las sesiones terminan en junio. Durante el verano, tendrás que hacer tus prácticas y preparar un trabajo final que entregarás en septiembre.
Entre enero y septiembre esto es lo que tendrás:
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En cada uno de estos materiales, aprenderás un aspecto importante sobre la Terapia Corporal Emocional que incluirá la teoría necesaria junto con ejercicios corporales y de reflexión.
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En estas sesiones, nos centraremos en tus dificultades emocionales y, si los tienes, traumas. Estas sesiones son muy importantes porque, para acompañar a otras personas, es importante que hayas profundizado en tus heridas emocionales.
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Esta no es una formación multitudinaria con poco acceso al profesor. Aquí vamos a tener una estrecha relación y vas a poder consultarme cualquier duda que tengas. Esto es imprescindible para que te ayude a crear tu estilo terapéutico único.
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Además de las clases incluídas en la formación y de las sesiones grupales, vas a seguir aprendiendo la Terapia Corporal Emocional con las 21 sesiones guiadas que hay en El cuerpo sentido.
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Durante los meses de julio, agosto y septiembre, tendrás que buscar a un primer cliente de terapia e iniciar un acompañamiento terapéutico. Además, grabarás tus dos primeras sesiones y me entregarás un pequeño trabajo. De esta manera, comentaré contigo aspectos a mejorar y aspectos a potenciar de tu estilo como terapeuta.
(Despliega para saber más)
Esto no es un curso para apuntarte y dejar a un lado.
Tendrás que leer la teoría, hacer los ejercicios, asistir a las sesiones grupales y preparar tu trabajo final. También te recomendaré libros para seguir profundizando, aunque esto será opcional.
Además, como solo hay 5 plazas disponibles, es importante que mi intuición me indique que eres una de las candidatas que estoy buscando.
Por estos motivos, es importante que nos conozcamos en una sesión de valoración. Si quieres ser pre-seleccionada como alumna, rellena el cuestionario que hay en esta página.
Esta formación es 100% online.
Esta es una duda muy habitual entre mis clientes. Desde el 2016, hago sesiones de Terapia Corporal Emocional por internet.
Por eso, he desarrollado un sistema para practicar los ejercicios de forma online durante las sesiones. Además, también contarás con bastantes videos y audios para realizar en casa.
En mi práctica como terapeuta, he trabajado con clientes que han combinado la versión presencial y la online en sus procesos terapéuticos. La única diferencia que han encontrado ha sido que no nos hemos abrazado al terminar la sesión. No te preocupes, te enseñaré cómo abrazar a tus clientes a través de la pantalla.
Somos Cuerpo es para personas que ya son terapeutas y les gustaría incorporar técnicas corporales en sus acompañamientos terapéuticos para seguir avanzando en los procesos de sus pacientes. Algunas alumnas que ya han pasado por la formación son psicólogas.
También es para personas que todavía no son terapeutas y esperan llegar a serlo algún día. Es decir, si sientes que te gustaría compartir tu sabiduría con el mundo, pero necesitas aprender algunas herramientas, Somos Cuerpo es para ti.
Y, por último, también es para personas que, sean terapeutas o no, han aprendido varias herramientas de desarrollo personal pero no saben cómo combinarlas. En Somos Cuerpo, encontrarás la manera de integrar todo lo que sabes en un estilo terapéutico único.
Si no eres terapeuta, no tienes intención de serlo y no te interesa la teoría que hay detrás de la Terapia Corporal Emocional, lo más adecuado para ti es mi servicio de terapia.
Durante el tiempo que dure la formación, tendrás que buscar momentos para: leer los materiales teóricos, practicar los ejercicios de movimiento, asistir a las sesiones y preguntarme dudas por whatsapp o email.
Para todo esto, calculo una media de 3-4 horas a la semana. Algunas semanas más y otras un poco menos.
El tiempo que le dediques a la formación dependerá de tu nivel de implicación. Por ejemplo, recomendaré la lectura de algunos libros, películas o te daré ejercicios para incorporar a tu rutina; pero tú decidirás si quieres profundizar en ellos o no. En caso de que lo hagas, quizá le tendrás que dedicar un poco más de tiempo a la semana. También aprenderás más 😉
No hay ninguna fecha establecida por calendario puesto que, al ser una formación individual, tú y yo decidiremos cuándo empezar.
Ahora bien, como solo trabajo con 5 personas de manera simultánea, el inicio de tu formación dependerá de si hay alguna plaza disponible.
Cuando hayas hecho prácticas con tu primer cliente y hayas entregado tu trabajo final, recibirás un título de Facilitadora de Terapia Corporal Emocional. Te entregaré un título en formato papel y te lo enviaré a tu domicilio.
No es un título oficial, pero hasta Tony Robbins hace terapia sin haber pasado por la universidad.
El precio te lo diré en la sesión de valoración.
Ahora bien, no es un servicio barato. Ten en cuenta que, en él, te enseño todo lo que sé sobre ayudar a personas que han vivido un trauma. Por lo tanto, aprenderás un oficio.
La parte positiva de esta inversión es que, cuando ofrezcas tus servicios de terapia, podrás recuperar con creces lo que pagarás por Somos Cuerpo.
Yo pagué por una formación similar y, a día de hoy, he ganado bastantes miles de euros más de lo que pagué por mis estudios.
Eso sí, a pesar de no ser un servicio barato, hay posibilidad de pagarlo a plazos.
Podrás acceder a Somos Cuerpo durante el primer mes y, si no es lo que esperabas, te devolveré tu dinero.
Una vez pasado ese primer mes no hay garantía de devolución.
No obstante, para evitar que no te guste la formación, es imprescindible que nos conozcamos en la sesión de valoración. Ahí las dos veremos si estamos buscando lo mismo.
Yo creo que Somos Cuerpo es una buena inversión por el simple hecho de que estarás aprendiendo un oficio.
Un oficio que, más adelante, te permitirá ganar mucho dinero, realizarte a nivel profesional, tener la vida de tus sueños y, además, contribuir a que el mundo sea un poco mejor.
Por ejemplo, en mi caso, gracias a haber aprendido técnicas terapéuticas basadas en el cuerpo, conseguí salir de la rueda de empleos basura e irme a vivir a Galicia, en medio de naturaleza salvaje, como siempre había deseado.
Sin embargo, tú tienes la última palabra. Tú mejor que nadie sabe si Somos Cuerpo es una buena inversión para tu futuro laboral.
Resolveré todas tus dudas. Mándame un email a nuria@soycuerpo.com
También puedes escribirme por whatsapp al +34 615 354 432.
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