Soy más feliz y estoy menos estresada desde que escucho a mi cuerpo

Si quieres más felicidad y menos estrés prueba la Terapia Corporal Emocional

¿Eres feliz? ¿Tienes estrés?

Son respuestas difíciles, mejor empieza por estas preguntas

¿Tienes malestares físicos sin explicación médica?

¿Tu cuerpo está muy tenso o cansado?

A menudo, ¿padeces miedo, ansiedad, estados depresivos, insomnio, pesadillas u otras dificultades emocionales?

¿Hay problemas en tus relaciones que se repiten como, por ejemplo, temor al abandono o al rechazo?

¿Sientes que reprimes tus emociones?

Si te reconoces en uno de estos casos, es posible que estés sufriendo las consecuencias físicas o psicológicas de haber vivido un trauma. Y un trauma crea estrés e infelicidad. Pero dejar de sufrir es posible.

Tu cuerpo es un aliado para recuperar tu felicidad y calma internas. Yo te puedo ayudar a conectar con él a través de mi método Terapia Corporal Emocional.

Bienvenida

...a Soy Cuerpo

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Claves para ser más feliz y reducir tu estrés

1.

Vivir un trauma es estresante

Cuando hay una experiencia difícil en tu vida, el cuerpo se prepara para salir de esa situación. Se dispone para luchar o huir.

Pero, si la amenaza es demasiado grande, toda esa tensión queda acumulada; el estrés queda fijado en el cuerpo.

2.

El estrés crea malestares físicos o psicológicos

Cuando no puedes escapar de una situación estresante, de manera inconsciente, buscas cómo amoldarte a ella. Lo más habitual es reprimir las emociones, negar el dolor o cambiar tu manera de relacionarte con otras personas.

Esta forma de adaptarte al trauma genera los síntomas físicos y psicológicos que ahora padeces. Cuando vives en tensión, te alejas de la felicidad y la tranquilidad.

3.

En tus malestares, están tus emociones

Cuando vives un trauma, el dolor emocional es tan intenso que te cierras a tus sentimientos. Es lo que necesitas en ese momento para salir adelante.

No obstante, las emociones no desaparecen, se quedan bloqueadas en forma de tensiones musculares crónicas. Cuando conectas con tu cuerpo a través de la Terapia Corporal Emocional la confianza y el amor propio aparecen sin esfuerzo.

4.

Liberar las emociones reprimidas sana el trauma

El trauma creó una herida que, con el paso del tiempo, se ha infectado. Para curar esa lesión, necesitas abrirla de nuevo, limpiarla y coserla para que se forme una cicatriz.

Este proceso duele porque implica dejar salir el miedo, la angustia, la tristeza o la rabia que sentiste en el momento traumático. Después, recuperas tu tranquilidad interna y te sientes en paz.

En definitiva, eres más feliz y tienes menos estrés.

5.

Desde la mente, no puedes superar un trauma

Los procesos terapéuticos basados en lo mental te ayudan a ponerle palabras y a conocer el origen, pero no te liberan del dolor emocional atrapado en el cuerpo.

Por eso, es posible que, a pesar de que has hecho mucha terapia, sigas estancada.

Para desbloquear la tensión, necesitas sentir tus emociones. No consigues superar traumas con palabras; los sanas llorando la tristeza, gritando la rabia o gimiendo de placer. Al hacerlo, dejas de experimentar tus malestares físicos y psicológicos, por lo que eres más feliz y tu estrés se reduce.

Cuando expresas tus emociones reprimidas, recobras tu felicidad.

El dolor forma parte de la vida, es inevitable. Sin embargo, cuando niegas el daño, sufres. El sufrimiento es opcional cuando sabes cómo gestionarlo.

Si miras a tu dolor y lo revives, duele unos instantes (o unos días). Después, de manera natural, se diluye para dejar paso a la calma interna que también hay en ti.

Relájate en 5 minutos con un ejercicio de Terapia Corporal Emocional.

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“Le recomiendo hacer terapia contigo a aquellas personas que quieran de verdad escuchar lo que hay detrás de sus bloqueos. Personas que no se conformen con quedarse en la superficie y que quieran mejorar su relación con ellas mismas desde la aceptación y la comprensión."
María, 35 años, Albacete

Soy más feliz y estoy menos estresada desde que escucho a mi cuerpo

Me llamo Nuria.

Hace 10 años, vivía en una montaña rusa emocional. Me sentía atrapada. Mis días eran buenos o malos en función de cómo me sentía.

Un día, acudí a un taller de danzaterapia. Con una sola experiencia escuchando a mi cuerpo, conecté con las lágrimas que había reprimidas en mi garganta.

A partir de ahí, inicié un proceso de transformación que me llevó a sanar el dolor por la pérdida de mi padre biológico y por el maltrato de mi padrastro. Liberando la tristeza y la rabia reprimidas, superé el trauma por tener dos padres ausentes. Así, recuperé mi felicidad.

No ha sido un proceso rápido porque ha sido profundo. Además, en todo este tiempo, he creado mi propio método para liberar las emociones reprimidas de un trauma. Ahora soy terapeuta y formadora de Terapia Corporal Emocional.

Nuria, ¿cómo me puedes ayudar?

Te ofrezco varias opciones:

Si lo que has leído hasta ahora tiene sentido para ti y quieres ser más feliz, cuéntame lo que te sucede.

Si lo que necesitas es reducir tu estrés, conecta con tu cuerpo, expresa tus emociones y relaja tu mente.

Si quieres seguir explorando por tu cuenta, prueba un ejercicio para calmarte en 5 minutos o lee algunos de mis artículos.