Hace unos días te expliqué las consecuencias de reprimir los sentimientos. Por eso, hoy quiero enseñarte un ejercicio para expresar emociones.
Para expresar emociones, necesitas conectar con el tubo expresivo.
En la Terapia Corporal Emocional, cuando a una persona le cuesta conectar con sus sentimientos, es importante liberar las tensiones en esta parte del cuerpo.
El tubo expresivo es un canal que se inicia en el perineo (entre los genitales y el ano), sube por el centro de la pelvis, por el centro del tronco (pasando por la boca del estómago y el corazón), continúa por la garganta y termina en tu cavidad bucal.
El tubo expresivo no existe como tal. Sin embargo, se corresponde a nivel energético con el sistema digestivo; y es que, cuando te estabas formando en el vientre de tu madre, tu sistema digestivo era un tubo a partir del cual se formaron el resto de órganos.
Las tensiones en el tubo expresivo bloquean las emociones.
Seguro que alguna vez has sentido un nudo en la garganta. O, si has hecho algún ejercicio de Terapia Corporal Emocional, quizá has notado el estómago revuelto. Este tipo de sensaciones suceden porque este canal está cerrado. Y, si está cerrado (o apretado, o es muy estrecho, o lo sientes débil), tus emociones quedan reprimidas.
El tubo expresivo es importante porque, en él, se forman los sentimientos profundos (se generan en la pelvis) y van subiendo hasta que salen hacia afuera (por la boca).
Si nunca has hecho nada de Terapia Corporal Emocional, imagino que esto te puede estar pareciendo un poco extraño. Lo entiendo, a mí también me lo pareció unos años atrás.
Por eso, te animo a que escuches a tu cuerpo y a que pruebes el ejercicio que te explico en el vídeo. Por muchas palabras que yo use, lo mejor siempre será tu experiencia.
Cuando lo hayas practicado, explícame tu experiencia en los comentarios. Si te ha quedado alguna duda, te la resolveré.
Y, si eres nueva por aquí, te recomiendo combinar este ejercicio con el que te regalo cuando te suscribes a mi página web.