“El autodescubrimiento es lo más dulce que existe. Nos enseña que somos totalmente responsables de nosotros mismos, y ahí es donde encontramos nuestra libertad.” Byron Katie.
Todas necesitamos momentos de introspección. Cuando nos permitimos escucharnos, aprendemos quiénes somos y qué es lo que queremos hacer en la vida. El autoconocimiento es la magia; permitir que nuestra voz interna nos hable, transforma nuestra realidad. Cuando el foco de nuestra atención deja de estar en lo que otros hacen y dicen, para atender aquello que somos, aparece el arco iris.
Como estoy tan convencida de que el autoconocimiento es la solución para casi todos los males, quiero explicarte 6 de sus beneficios. Hay muchos más, pero estos son los que considero más importantes.
1. Nos permite encontrar la forma de conectar con nosotras mismas
Nuestra voz interior puede ser muy potente si le prestamos atención. No obstante, si seguimos dejando pasar los días ocupándonos en miles de tareas, se vuelve imposible escuchar nuestra sabiduría. Así, terminamos llevando una vida que no es la que queríamos. Es como cuando no escuchamos lo que alguien dice y, por no preguntarle, acabamos respondiendo “sí”, sin saber a qué hemos dicho que sí.
Sin embargo, cuando nos conocemos a nosotras mismas, sabemos qué es aquello que nos conecta. Cada persona tiene su forma exclusiva de hacerlo. Para algunas, es necesario el contacto con la naturaleza, otras lo hacen saliendo a correr o usando el Tarot como autoexploración. Así, cuando nos damos cuenta de que hay algo que nos preocupa o nos agita, sólo necesitamos recurrir a ese espacio para saber cómo podemos actuar.
En La escritora, trabajamos el autoconocimiento usando la Terapia de Movimiento y la escritura como herramientas básicas.
2. Aprendemos a trazar un plan propio para conseguir la vida que queremos
Cuando no escuchamos lo que deseamos, es fácil seguir los dictados que los demás o la sociedad nos impone. Así, podemos encontrarnos que hemos estudiado medicina cuando nos gustaría dedicarnos a la interpretación. O podemos empeñarnos en seguir avanzando en nuestra carrera profesional cuando, en realidad, lo que deseamos es cuidar de nuestras criaturas en casa (o al revés).
Sin embargo, cuando tenemos claro hacia dónde queremos dirigir nuestra vida, es mucho más fácil buscar el camino para conseguirlo. Es entonces que nos ponemos manos a la obra para seguir la voz de nuestro deseo.
Por ejemplo, a finales del 2013, decidí que quería dedicarme a facilitar herramientas de autoconocimiento a través de la Terapia de Movimiento y la escritura. Hasta enero del 2016, no salió a la luz esta página web, que fue mi forma de ir en serio, de lanzarme de una vez por todas.
A lo largo del 2014 y el 2015, fui avanzando cada uno de los tramos necesarios para convertir mi sueño en realidad. Tuve que trabajar muchas, muchas horas; aprender un montón sobre temas de los que no tenía ni idea; superar mis miedos (o escucharlos un poquito menos); y confiar, sobretodo confiar, en que lo iba a conseguir. Lo que me mantuvo en marcha, buscando las posibilidades de materializar mi deseo, fue saber que estaba siguiendo mi verdad, aquello en lo que creo y quiero aportar al mundo.
3. Aprendemos a gestionar nuestras emociones
Las emociones son uno de los recursos básicos que necesitamos para el autoconocimiento. Gracias a ellas, sabemos cómo nos afectan las situaciones que vivimos. Además, son el motor de nuestra toma de decisiones. Son una parte importante de nuestra sabiduría interna. Por eso, es tan importante permitir su expresión y no tratar de controlarlas.
No obstante, cuando no sabemos gestionar bien esas emociones, puede que nos conduzcan a decisiones equivocadas. Por ejemplo, una persona que se siente triste porque no tiene amor en su vida, es posible que acabe entregándose a noches de sexo sin conexión emocional. En cambio, si se hubiera permitido escuchar su tristeza y gestionarla de forma adecuada, habría conocido su deseo profundo de amor. Así, habría podido ir en busca de aquello que le proporcionara un amor sincero.
4. Descubrimos el mensaje que esconden nuestros malestares corporales
Cuando no escuchamos nuestra sabiduría interna, esta escoge otras formas de manifestarse. A menudo, decide manifestar nuestras emociones a través del cuerpo. Así, cuando algo nos duele o está tenso, es importante que le prestemos atención, pues podemos descubrir perspectivas de nosotras mismas que, hasta el momento, habían quedado inconscientes.
Alguien famoso por el autoconocimiento corporal (lo siento, no recuerdo el nombre. Si lo sabes, dímelo en los comentarios), dijo que una forma muy útil para saber el mensaje que guardan los malestares es que nos preguntemos: ¿qué me impide hacer?
En mi caso, acostumbro a tener ciática. La ciática es un dolor que empieza en las lumbares y puede recorrer toda la pierna hasta llegar incluso a los pies, debido a que el nervio ciático está pinzado. Cuando me ocurre, puedo llegar a cojear. Al trabajar en este tema, llegué a la conclusión de que la ciática me impide avanzar. Por esto, descubrí que, cuando tengo ciática, es porque tengo miedo de avanzar en algún aspecto de mi vida.
5. Nos da recursos para transformar aquellas situaciones que no nos gustan
A veces en la vida nos ocurren cosas que desearíamos que fueran diferentes, a todas nos pasa. Nadie tiene una vida perfecta, ni siquiera aquellas personas que han nacido con una flor en el culo o son un trébol de 4 hojas..
Es posible que alguna vez hayas escuchado que es más importante tu actitud que las cosas que te ocurren. Ante un mismo suceso, dos personas pueden actuar de forma completamente distinta, la diferencia es cómo se han tomado ellas ese suceso. Así, ante una injusticia, tenemos dos opciones: quedarnos calladas para ver cómo la situación sigue igual o bien tomar las riendas para cambiar esa situación. Si sabemos que esa injusticia va en contra de nuestra verdad, es probable que nos pongamos en marcha y evitemos quedarnos en el mismo lugar, compadeciéndonos de nosotras mismas.
6. Sufrimos menos, porque nuestra vida está centrada en el aprendizaje
El dolor no es lo mismo que el sufrimiento. Todas sentimos dolor, pero no todas sufrimos. El dolor nos enseña nuevas perspectivas. Nos dice qué es lo que está bien y qué es lo que está mal, según nuestro criterio. Si sentimos dolor pero nos ponemos en acción, se transforma; se convierte en nuestro impulso. Sin embargo, si no hacemos nada y nos quedamos ancladas en el dolor, se hace cada vez más grande hasta que se convierte en sufrimiento.
Cuando decidimos conocernos, ante una situación dolorosa, nos preguntamos: ¿qué puedo aprender de esto? De esta forma, damos el primer paso para alejar el pensamiento “pobrecita de mí, mira lo que me ocurre.”
Si estás ante una situación dolorosa ahora mismo, puedes aprender mucho de ti misma con estas 4 preguntas. Permite que el sufrimiento se aleje, centra el foco en ti misma.
Si te han entrado ganas de ponerte manos a la obra con esto el autoconocimiento, tengo una buena noticia para ti. Desde hoy, puedes hacer sesiones individuales de autodescubrimiento online conmigo. Tienes todos los detalles en la página del servicio: Aprende a conocerte. Sólo hay 6 plazas disponibles.
Si todavía no es tu momento pero te interesa seguir recibiendo artículos y herramientas para que puedas conocerte desde la comodidad de tu casa, apúntate a la lista de correo. Si lo haces, te mandaré un primer ejercicio para que descubras cómo estás en este momento.
Dime, ¿crees que conocerse a si misma aporta otros beneficios? Te espero en los comentarios. Los contesto todos.
Foto: Josh Felise para Unsplash.
Guardar
Guardar
7 comentarios en «6 beneficios del autoconocimiento»
Buen artículo, muchas gracias y un abrazo.
Hola, Daniel
Gracias a ti por leerlo y tu comentario.
Un abrazo!
Núria ya llevo tiempo haciendo ese camino de regreso hacia mí misma, y definitivamente la escritura ha sido un gran medio de transporte para lograr este encuentro, al principio tomas atajos o evades caminos, porque definitivamente la evasión pareciera fuese una forma de evitar el sufrimiento, pero lo único que hacemos es tener un doloooooooor y no un DOLOR, así en mayúscula pero de un solo momento, te descubres, recorres tu historia y sabes cómo influyó en ti cada acontecimiento, cada persona, cada lugar.
Cuando te sabes dejas de hacer el juego de las proyecciones y entiendes que aquello que alguien te muestra y no toleras o te irrita, es una parte tuya que no te aceptas, cuando lo entiendes, te relajas y aceptas, que verbo tan hermoso: Aceptar, y es el primero que conjugamos en el autoconocimiento.
¡Un gran post!
¡Hola, Eliana!
Sí, comparto contigo tu experiencia acerca del dolor y las proyecciones. Sin duda alguna, darse cuenta de que lo que vemos en los demás es algo que llevamos en nuestro interior es un gran paso en nuestro camino. Cuando lo comprendemos y lo aceptamos, todo empieza a ser más liviano.
Muchas gracias por tu participación.
Un abrazo!
Muy bien excelente articulo
Gracias por la información que nos compartes en el artículo, Es interesante.
Saludos.
Gracias, me alegra que te haya parecido interesante 🙂 Un abrazo