Cuando era adolescente, mi mayor complejo era mi barriguita.
Fui adolescente en los 2000. En aquel momento, lo que se llevaba era enseñar el ombligo y tener un vientre plano. Yo era delgada, igual que ahora. Sin embargo, mi vientre siempre ha dibujado una sutil curva.
Ahora sé que no es nada remarcable y que solo yo veía ese defecto. No obstante, el complejo estaba ahí.
Mi sorpresa fue grande cuando descubrí que, entre otras características físicas, mi pequeña barriga estaba relacionada con un trauma de infancia: la herida de abandono.
Mi herida de abandono se formó porque me faltó alimento.
Cuando tenía 3-4 años, mi madre trabajaba todo el día, por lo que le pidió a una vecina que cuidara de mí por las tardes. No sé si tenían un acuerdo económico, pero sí sé que mi madre le compraba comida para que me alimentara.
Ester, la vecina, tenía 2 hijas algo mayores que yo. Al llegar a su casa, ella les preparaba un bocadillo de Nocilla y a mi no me daba nada. Recuerdo que, tenía tanta hambre, que me agachaba a comer las migas de pan que les caían a sus hijas.
Hace unos meses, recordé este episodio de mi vida y lloré la gran angustia que sentía aquellas tardes. Tenía hambre y me faltaba mi madre. Gracias a eso, entendí por qué, cuando tengo hambre, me inquieto tanto.
Esa inquietud al tener hambre es el recuerdo que ha quedado en mi cuerpo por la angustia de que me faltara el alimento y mi madre. Es un malestar físico provocado por mi herida de abandono.
De hecho, creo que esto fue lo que me salvó de la anorexia en mi adolescencia, cuando me tomaba medidas del cuerpo, me pesaba y apuntaba obsesivamente todo lo que comía. Todo por ese vientre que yo veía enorme. Pero esta es otra historia.
En nuestra sociedad, esta herida se forma cuando te faltó el cariño y el amor.
A no ser que hayas crecido en una familia con muy pocos recursos económicos, difícilmente te habrá faltado la comida. Sin embargo, es posible que tus padres no tuvieran en cuenta que, como criatura, necesitabas sentirte amada incondicionalmente.
En este vídeo, te cuento más detalles sobre la herida de abandono.
Este vídeo es un aperitivo de la clase 5 traumas de infancia y sus consecuencias en la vida adulta. En ella, te voy a contar en detalle cada una de las heridas emocionales y te explicaré cómo sanarla.
Entre otras cuestiones, sabrás por qué mi barriga está relacionada con la herida del abandono. Y aprenderás qué herida tienes tú analizando las características de tu cuerpo.
Además, al final, te presentaré el taller grupal Del trauma al amor, en el que podrás profundizar en tus heridas de infancia con la Terapia Corporal Emocional.
Si quieres ver la clase 5 traumas de infancia y sus consecuencias en la vida adulta, apúntate a mi web.
Ahora te toca a ti: ¿tienes la herida de abandono? ¿Cómo crees que te ha afectado en tu vida adulta?