Si no eres una persona con útero, el ejercicio que traigo hoy no te va a servir. En caso contrario, hoy traigo una meditación para que conectes con tu útero.
¿Y por qué deberías hacer una meditación para el útero? Te lo cuento con una historia.
Mis primeras experiencias de conexión con el cuerpo fueron a través del Yoga. Tenía una profesora muy buena que, además de enseñarnos las asanas, nos guiaba para que sintiéramos las diferentes partes de nuestro cuerpo.
Un día, nos hizo una meditación para conectar con los chakras. Lo que a mí me llamó la atención es que no sentí nada en la zona asignada al segundo chakra que está cerca del útero.
Ahora sé que, cuando no tienes sensación en alguna parte del cuerpo es porque estás desconectada de ese lugar.
Se lo comenté a mi profesora y ella me recomendó algunas asanas para activar esa zona que nunca llegué a hacer.
Curiosamente, durante aquel tiempo, me dolía mucho la menstruación. Tenía los cólicos más fuertes que he tenido nunca.
Y no solo eso, sino que me sentía muy perdida en la vida. Tenía mucha ansiedad, odiaba mi trabajo y mi relación de pareja era un desastre.
Poco tiempo después, empecé a leer sobre conectar con el ciclo menstrual, me apunté a un círculo de mujeres y empecé a tener consciencia sobre la importancia de este órgano para la salud física, emocional y mental.
Y es que, a nivel emocional, estar conectada con tu útero te llena de vitalidad y creatividad, puesto que es ahí donde se crea la vida.
En mi caso, cuando empecé a sentir mi útero, gané más fuerza personal. Por este motivo, hoy te traigo esta meditación para el útero.
¡Ah! Y si has tenido útero pero ahora ya no, puedes hacer igual este ejercicio, puesto que el cuerpo tiene memoria de ese órgano.
Por último, si sientes que necesitas conectar con tu cuerpo para llenarte de vitalidad y poder personal, El cuerpo sentido es el curso ideal para conseguirlo.